martes, 26 de abril de 2011



El vigilante mira, estupefacto, el sitio por donde huyeron los presos. Llama la atención el entorno y el aspecto del carcelero, que quizá se estará preguntando cómo ha sido posible que esto suceda. El guardia viste uniforme nuevo (gran contraste entre el uniforme y todo lo demás, lo único nuevo que se ve en la imagen), zapatos de domingo sin calcetines (¡qué rozaduras...!). En la habitación, amontonados, hay multitud de zapatos viejos (en las huidas, siempre hay alguien que pierde sus zapatos, o los deja atrás), diferentes objetos irreconocibles y ¡un ventilador! Pero él permanece ensimismado, mirando hacia abajo, al vacío. ¿Qué estará pensando?
(26/4/11)

No hay comentarios: