jueves, 26 de mayo de 2011

El secreto de matar

“El secreto de matar, Nakata, reside en no vacilar. Tener una gran idea preconcebida en la cabeza y ejecutarla de la forma más expedita posible”.


Cerré el libro y me quedé pensando porqué lo había comprado. No me estoy enterando de nada, me he gastado 24 pavos que no tengo, no me gusta la literatura japonesa... Si, claro, me lo he comprado por presumir delante de Minako, la nueva delegada comercial que ha traído la empresa. Es guapa, delicada, joven, joven, muy joven... y debe de ser listísima, para ocupar el cargo que ocupa, en una sociedad tan machista como la japo. Y mañana tengo comida de trabajo con ella, Dios mío... Por eso, esta tarde, al salir de trabajar me fui corriendo a la Casa del Libro y le dije a uno de esos chavalillos “por favor, recomiéndame algo de literatura japonesa”.  El chavalillo, que al parecer también es más listo que los ratones coloraos, empezó a decirme nombres para que yo eligiera, y le tuve que parar “da igual, uno que esté bien...” Me miró con cara rara y me dio un tocho gordo como una Biblia. “¿Esto? ¿Pero qué es esto?” “Esto... (y en ese momento me lanzó una fría mirada) es una de las mejores novelas de uno de los mejores escritores actuales de Japón...” Me dejó planchado, cogí el libro, lo pagué y me vine a casa. Las gilipolleces que hace uno por presumir delante de una jefa. “El secreto de matar...” si fuera verdad, si las ideas se llevaran a cabo así de fácil, la vecina de mi planta ya habría picado billete...porque no se me quita de la cabeza... Igual me pasa con la jefa, aunque no tengo con ella esas pretensiones. Me conformaría con no quedar como el culo, tengo 45 años y no tengo ninguna gana de buscarme otro curro por una metedura de pata. Y seguro que la comida es un examen, somos muchos comerciales y cada vez hay menos mercado para nuestros productos. Mejor será dejar el libro en casa y coserme la boca durante toda la comida, así controlaré mi tendencia a abrirla demasiado y decir lo que no debo. El caso es que el tipo este del libro me ha recordado, no sé porqué, al personaje de Woody Allen que era peluquero y pensó vengarse de Hitler dejándole caer los pelillos por dentro de la camisa pero “le traicionaron los nervios”. Voy a seguir leyendo, a ver si saco algo en claro...


"Kafka en la orilla" es una novela japonesa de Haruki Murakami publicada en 2002. A finales de 2005, los críticos del suplemento literario del New York Times proclamaron "Kafka en la orilla" la mejor novela del año.


Madrid, noviembre de 2010